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Homilía pronunciada en el cementerio de Tibhirine
 

Los siete monjes enterrados aquí han vivido el final de sus vidas en una Argelia asolada por una violenta tormenta fratricida hecha de sangre y de fuego.

Entonces, ¿por qué escogieron quedarse arriesgando sus vidas? ¿Por qué Célestin después de su grave operación cardíaca, deja Francia, a pesar de los consejos de sus médicos, y vuelve a Tibhirine? ¿Por qué Paul, después de visitar a su familia, coge el avión en las horas que preceden a su secuestro, llevando en su equipaje árboles para plantar?

La respuesta está contenida en una carta-testamento escrita por uno de ellos. Habla, ciertamente, en nombre propio, pero cada uno de sus hermanos será llevado a mantener el mismo lenguaje.

"Me gustaría que se supiera que mi vida se consagra a Dios en este país"

Quedarse tenía pues un sentido para ellos.

Oración compuesta por el Hermano Bertrand (Notre Dame de Citeaux)

Oración a los veinte testigos de Argelia

Queridos hermanos y hermanas de Argelia que nos habéis mostrado lo más bello del amor:

Enseñadnos, guiadnos en este camino de Don total en la fe y la confianza.

Que vuestra intercesión sostenga nuestra perseverancia,

que vuestra oración esté a nuestro lado a la hora de los combates.

Sostened especialmente... (expresar las intenciones)...

Hermano Luc, enséñanos "Bienaventurados los no violentos, porque ellos poseerán la tierra"

Hermano Christian, enséñanos “Bienaventurados los que trabajan por la paz porque serán llamados hijos de Dios”