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Las homilias del Hermano Christophe aparecen en:
Adorateurs dans le souffle, Homélies pour les fêtes et solennités (1989-1996), Éditions de Bellefontaine, Série "Paroles" n°3, 2009.
Lorsque mon ami me parle, Éditions de Bellefontaine, 2010.
Las homilias del Hermano Christian aparecen en:
L'autre que nous attendons, Homélies de Père Christian de Chergé (1970-1996), Les Cahiers de Tibhirine n°2, Abbaye d'Aiguebelle, 2006.
Les citas bíblicas van en cursiva.
Las pinturas son de Berna (www.evangile-et-peinture.org)

Comentario - Marie-Dominique Minassian

Imagen – Bernadette Lopez

 

 

    

au fil liturgie rameauxYo soy el camino de la ALEGRÍA...

En la Regla de San Benito en el capítulo 49: "El monje... esperará la Santa Pascua con la alegría del deseo espiritual". Aquí estamos a pie de obra… […] ¿No va San Benito contra el clima que a menudo prevalece, al menos en Occidente, durante la Cuaresma, la Pasión, la Semana Santa: no ponemos la alegría en cuarentena? Hemos expurgado meticulosamente nuestro Oficio de todos los aleluyas (cuidadosamente colocados en la sacristía de las fiestas para que también pueda esperar la Pascua con la ALEGRÍA que expresa). ¿No se ha desplazado la Alegría a la cabecera de este moribundo que no cesa de subir hacia Jerusalén y la Cruz?

 

au fil liturgie rameaux 2013

SEMANA SANTA :

con la Paz como hilo conductor...

Año de la PAZ... el tema de la PAZ está inscrito como marca de agua en la PASIÓN de Aquel que se presentó en Navidad como el "Príncipe de la PAZ".

[…] Bendito sea Aquel que viene en el nombre del Señor, el REY, PAZ en el cielo y gloria en las alturas.

Hemos escuchado… los fariseos no pueden soportar este grito: «¡Reprende a tus discípulos! ». ¡Incluso las piedras del camino gritarán! si los hombres no entran en la PAZ destinada a ellos, las piedras saldrán de la suya, de la inercia que es su forma de ser. Pero inmediatamente, Jesús pone esta PAZ en su lugar. La paz de las piedras está ligada a la tierra, no a los hombres. Viene del cielo y sólo echa raíces en la tierra en la FE. Hay que darle la bienvenida y Jerusalén, la Ciudad de la PAZ, no ha abierto los ojos!