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El monasterio Notre Dame del Atlas alberga una pequeña comunidad de monjes de la Orden Cisterciense de la Estricta Observancia (trapenses), venida de Tibhirine en Argelia e inicialmente fundada en Fez en 1988.

Fue esta comunidad la que acogió a los dos supervivientes de Tibhirine: el padre Amédée, que murió en 2008, y el padre Jean Pierre Schumacher. El prior actual es el padre Jean Pierre (Flachaire).

Actualmente (comienzos de 2018), 6 hermanos de cuatro nacionalidades diferentes (francesa, española, irlandesa, portuguesa) viven allí y otras personas también compartieron o todavía comparten su vida para estancias más o menos largas. Esta vida se desarrolla siguiendo la Regla de la Orden Cisterciense de la Estricta Observancia (Trapenses).

 

 

Básicamente, esto significa:

Oficio divino y oración: Siete liturgias comunitarias al día, abiertas a todos, y oración individual (ver los horarios)

Trabajo: Tareas corrientes de una vida comunitaria: horticultura y mantenimiento del jardín, mantenimiento y organización de los locales, servicios generales, incluida la hospedería y la acogida a los visitantes de paso. La participación de empleados marroquíes en estas tareas es una ocasión para fraternizar en el trabajo, además de una aportación económica en un lugar donde el trabajo es escaso.

Lectio divina: Lectura y meditación personal de textos sagrados y de espiritualidad.

Por otro lado, la localización del monasterio Notre-Dame del Atlas en el corazón de una población berebere y totalmente musulmana aporta algunas especificidades muy atractivas en el mismo espíritu del que se vivía en Tibhirine. Las relaciones con los vecinos son frecuentes y de una gran sencillez, vecinos en los que la hospitalidad es una tradición ancestral. A las relaciones cotidianas o de trabajo se añaden encuentros e invitaciones recíprocas en los momentos de acontecimientos familiares o de fiestas.

He aquí lo que escribe el  P. Jean Pierre Flachaire :

 "Si esta presencia gratuita de amistad tiene que darse en todas partes, posiblemente tiene que darse de momento más particularmente en los países musulmanes; porque hay demasiado desconocimiento en una y otra parte. Ya es hora de "encontrarnos" para apreciarnos y para estimularnos en nuestro servicio de Dios. En el seno de nuestra Iglesia que quiere ser con otras Iglesias del Magreb una "iglesia del Encuentro", nuestra comunidad del Atlas tiene el papel muy particular de ser orante en medio de otros orantes. La oración es el núcleo de toda la vida en el Islam y la imagen corriente que los cristianos dan a los musulmanes, es que no rezan, que no saben rezar.

… Descubrimos cada día que nuestro testimonio de orantes en Midelt es muy importante. El tiempo de nuestros oficios litúrgicos es escrupulosamente respetado por nuestros empleados y hasta por vecinos que les piden a los turistas de paso que no llamen a la puerta, si saben que estamos en la oración. A menudo, nos desean una "buena oración" y hasta nos piden rezar por tal o cual intención; lo que no es común, cuando escuchamos decir que para un musulmán, la oración de los cristianos no vale nada."

Conviene destacar también las visitas regulares al monasterio por miembros de la Iglesia de Marruecos, así como la participación activa de los Hermanos en encuentros ecuménicos o interreligiosos.

Finalmente, es necesario subrayar la presencia fraterna de las religiosas franciscanas misioneras de María, en su fraternidad de Midelt o su casa en Tatiwin, pequeño pueblo berebere de montaña próximo.

Leer la "Carta de Navidad 2017" de la comunidad de Notre Dame del Atlas 

 

Visita de Notre-Dame del Atlas en imágenes