Vous êtes ici...

Hermano Bruno
 
En este tiempo de Pascua, cantamos a Cristo Resucitado. Cada Primavera es símbolo y signo de vida. Nuestro Dios es un Dios de vivos, y manifestamos nuestra fe en Jesús que había muerto pero que está vivo. “Oh muerte, ¿dónde está tu victoria?”
 
Carta a la familia por la muerte de un niño – 1970
 
Nuestro Prior ha venido a celebrar la Semana Santa y la fiesta de Pascua con nosotros (en Fez), y contamos también con la presencia de 4 novicias de las Hermanitas de Jesús y su Maestra. Para nuestra casa, es una extraordinaria afluencia. Celebrar la Resurrección de Cristo en esta tierra, en esta ciudad, es evidentemente una paradoja, pero sentimos entonces todo el significado de nuestra "misión" de orantes.
 
Carta a la familia, 7/5/95
 
Después de varias semanas de abundantes lluvias, el sol volvió. Esto va a ser una explosión maravillosa de la primavera, al unísono con la gran alegría de Pascua, que os deseo celebrar con un Aleluya de gran Esperanza para el mundo entero.
 
Carta a la familia, fechada el 24 de marzo de 1996
 
Hermano Célestin
 
Nuestra marcha hacia la Pascua continúa, con momentos casi físicos de encuentro con el hermano mayor Resucitado, con momentos donde la Luz brilla menos, con momentos de cansancio, de hastío, en busca de otros hermanos perdidos, aislados, sin esperanza y abandonados…
 
6 de marzo de 1978, a los monjes de Bellefontaine
 
Pronto con vosotros, discípulos de Cristo, voy a velar a la espera del Esposo, y para esto dedicaré a la oración las horas de la noche [y de los días], prolongando la noche santa de Pascua, tan reciente…
 
¡Cuántas veces sucede que "sueñe" con las fiestas de la eterna luz, enterrado diariamente en medio de hermanos qué son aplastados, encarcelados en sentido propio y en sentido figurado, desfigurados, malqueridos, pero que esperan ver disiparse las tinieblas! …
 
1980, sacerdote en Nantes, a los monjes de Bellefontaine, donde ingresaría en 1983
 
 
Hermano Christian
 
Devolvamos a Cristo la primacía de [la] alegría:
su alegría es revelar al Padre;
toda su alegría es ser el Príncipe y el principio de la Vida;
su alegría es haber entrado con el corazón en la mano en el juego de nuestras existencias, y de haberse enfrentado con todos nuestros muertos para librarnos de eso;
su alegría, verdaderamente, es ser la garantía y el artesano de toda resurrección;
su gran alegría es poder hablar el lenguaje del hombre, y poder hacer estremecer a cada uno con la letra de las Escrituras y el corazón de las criaturas;
su alegría secreta es quedarse entre nosotros por su Espíritu, y ser para los suyos el pan de cada día;
su alegría incluso es ser este Cuerpo multiplicado al infinito del espacio y del tiempo donde la comunión con todos puede recibirse como la vocación de cada uno...
Esta alegría que es suya, se nos ha comunicado enteramente. No retiene nada para él. Y ninguno podrá arrebatárnosla.
 
Homilía del día de Pascua, 16/4/95
 La alegría de Dios es no hacer nunca las cosas a medias para sus amigos.
 
Homilía, 4/4/85
 
La Pascua es una alegría por descubrir, la vida está garantizada en el hogar: Jesús sopla sobre las brasas en el corazón de cada apóstol. Él expulsa las cenizas.
 
Homilía 26/5/85
  
(Citas aparecidas en el folleto Le Rosaire, Tibhirine, textes de Christian de Chergé, Éditions de l'abbaye de Chambarand)
 
 “La Cruz y la Gloria están plenamente presentes en el Gozo que experimentan Simeón y Ana. Y esto es lo que realmente designa el Verbo Encarnado. Esto es también lo que cumple su misión: SALVAR, REDIMIR a todos los hombres, enseñándoles a probar esta nueva mezcla de alegría y sufrimiento, de muerte y vida, mediante la cual el hombre puede saciar su sed más radical, la de Dios para siempre.
 
Es por eso que debemos sostener que el misterio pascual es tan extenso como la Encarnación, es decir, la VIDA humana y viceversa. (...)
 
Nuestros Padres decían que la cuna, en imagen, ya era la cruz donde el Hijo será clavado; dicen también que la Cruz es como la cuna del primogénito de entre los muertos. Me parece que la última Constitución 86 [Constitución trapense] dice bien esto invitándonos a nosotros a "caminar alegremente hacia la plenitud del amor". "
 
Capítulo del 1 de febrero de 1996, "Ils s'acheminent JOYEUSEMENT ..." CST 96
  
Hermano Christophe
  

El que promete: es pobre, desnudo, desarmado, vulnerable; ante nosotros, insultado, burlado, ridiculizado, profanado. Esto es lo que hemos hecho con el bendito Nombre: Jesús Señor, Hijo del Dios viviente, ten piedad de nosotros, crea en nosotros un corazón puro (cf. Sal 50:12): danos la alegría de la Pascua.

Homilía, Vigilia Pascual, 30 de marzo de 1991

Un camino de felicidad. Un verdadero camino que lleva en un lugar seguro, bueno, sólido y feliz. Un camino donde caminar libre hacia alguien. ¿Estamos dispuestos a dejarlo que se abra en nosotros? Vamos, escuchemos. La Pascua nos mueve.

(Homilía, noche de Pascua, 16 de abril de 1995)
(Textos aparecidos en « Lorsque mon ami me parle » Ed Bellefontaine 2010)

“Nacer (la esperanza que me llega)
contigo todo comienza finalmente
el ayer está asignado, el hoy está libre
en la apertura se dibuja un porvenir de luz
tu semejanza me atrae
dentro de tu pascua me he deslizado
y me entrego totalmente a tu vida
tu resurrección me invade
por ti se actualiza el don
y todo se eterniza en alegría”
(Le souffle du don, 29.05.95, Bayard)
 
 

Hermano Luc

Pronto Pascua - Jesús no es sólo el resucitado - Él es también la Resurrección para todos los que son sus discípulos. Actualmente el futuro humano en este mundo está lleno de amenazas, pero el futuro hacia el cual se abre la esperanza de Pascua ilumina nuestros últimos días.

Carta del 30/3/87

Dentro de algunos días es Pascua. La muerte y la resurrección del Cristo deben ocupar toda nuestra atención y hacer palpitar nuestro corazón. Otros acontecimientos de este mundo son sólo sucesos.

Carta del 10/4/92

Cuando leas esta carta la cuaresma estará a punto de acabar y la luz de la Pascua comenzará a lucir. Cada año, con ternura y admiración, veo los primeros almendros en flor. La primavera en el hombre, el cristiano, reside en la ofrenda de su vida a Dios; ofrenda que debe renovarse todos los días a lo largo de los años. Pero el fin del camino, es Pascua con su Luz y su Alegría.

Carta del 6/3/94

Hermano Michel (Extractos de cartas a los monjes de Bellefontaine)

Lunes Santo, 1 de abril de 1985

A todos los hermanos de la comunidad: buena, alegre y santa fiesta de Pascua. En estos días santos, no perdamos el paso de Aquel que sigue viniendo a nosotros. ¡Que Él nos otorgue abundantemente su luz para reconocerlo!

4 de marzo de 1996 (a 3 semanas del secuestro, tras el retiro con Bernard Rérolle):

Hemos terminado nuestro mini-retiro con el P. Bernard Rérolle… y como nos decía, esta noche en Vigilias, Teodoro el Estudita: “Pueda el Señor, en estos días de renovación de nuestra alma, considerarnos dignos de alcanzar ahora de modo irreprochable el día dominical de la resurrección…” Este es mi deseo para todos.

Hermano Paul

“Espero que te llegarán para Pascua estas pocas palabras, y espero también que te encontrarás bien de salud. (…)

Sea como fuere, nos estamos encaminando poco a poco hacia las delicias que Él ha preparado para nosotros. No tanto a causa de nuestros esfuerzos, que son necesarios sin embargo, sino a causa de su ternura llena de piedad para con nosotros y que nos otorga todo gratuitamente.

Sí, aquel detrás del que nos propusimos seguir (firmemente sobre nuestras dos piernas) no es un charlatán cualquiera… Él es nuestro Rey, no como los reyes de este mundo que viajan en “Cadillac”; él entra en la ciudad montado en un asno, es la montura del pobre, como nosotros seguimos viendo aquí a nuestro alrededor.

El amor se hizo mendigo para mendigar nuestro amor. Desde el punto de vista humano todo tiene la apariencia del fracaso ridículo. En este abajamiento, en esta aniquilación es donde se realiza nuestra salvación.

Si, Cristo, dando su vida es vencedor de la muerte y nos ha liberado de la nuestra invitándonos a seguir su ejemplo poniendo nuestra vida en las manos del Padre.

Sí, Cristo es vencedor, pero no con bombas. Él nos da su paz, pero no como la da el mundo”.

 (Extracto de una carta a su madre, el 24 de marzo de 1991 – Periodo de los bombardeos en el Golfo)