Vous êtes ici...

Imagino bastante bien que estamos en la situación de María cuando va a ver a su prima Isabel y lleva en ella un secreto vivo que es todavía el que nosotros mismos podemos llevar, una Buena Noticia viviente. La recibió de un ángel. Es su secreto y es también el secreto de Dios. Y ella no debe saber cómo actuar para revelar ese secreto. ¿Va a decir algo a Isabel? ¿Puede decirlo ella? ¿Cómo decirlo? ¿Cómo se hace? ¿Hay que ocultarlo? Y sin embargo, todo en ella se desborda, pero no lo sabe. En primer lugar, es el secreto de Dios.