Gracias por seguir pensando en nosotros, en medio de los acontecimientos de Argelia. Una religiosa y un religioso fueron asesinados. No hay tregua para la violencia. ¡Somos como el pájaro en la rama, listos para volar a otros cielos! Un cielo nuevo y una tierra nueva. Dondequiera que vayamos, dondequiera que estemos, Dios nos acompaña. Dios no está contra nosotros, sino con nosotros. Cuando desembarquemos de este planeta, aún inmersos en nuestras preocupaciones terrenas, no tendremos miedo, porque al cruzar el angustioso umbral de la muerte, encontraremos a Cristo que nos introducirá en la casa del Padre. (Carta del 25 de mayo de 1994)